Agosto 2025 - Manufactura EE. UU. agosto: señales mixtas

La conversación sobre la salud industrial estadounidense volvió a calentarse en agosto. Entre los informes regionales más frescos —Philadelphia (MBOS), Texas (TMOS), Richmond y Kansas City— el cuadro que emerge es matizado: la actividad no colapsa, pero tampoco despega de forma amplia. Las palabras clave del mes son actividad mixta, órdenes irregulares y presiones de precios que siguen vivas en la manufactura. Para traders e inversores, esto importa porque condiciona el ISM manufacturero, la trayectoria de la inflación de bienes y, por extensión, la lectura que hará la Fed sobre el ciclo.
Actividad: del "casi cero" en Filadelfia al tono estable en Kansas City
En la Encuesta Manufacturera de la Fed de Filadelfia (MBOS), el índice de condiciones generales cayó a terreno casi neutro (-0,3). Es un frenazo respecto a julio y, sobre todo, una señal de que la mejora de mitad de año perdió fuelle. Nuevas órdenes retrocedieron a -1,9 y los envíos se sostuvieron en +4,5. El empleo aún mostró expansión (+5,9), pero a menor ritmo. La lectura: el motor no está apagado, pero ratea.
Si viajamos a Texas (TMOS), el cuadro es algo más constructivo: la producción se mantuvo firme en +15,3 (aún en expansión, aunque más lenta), los envíos subieron a +14,2 y nuevas órdenes volvieron a terreno positivo (+5,8). El contrapunto: el índice de actividad general del estado estuvo en -1,8, reflejando que, más allá del buen pulso de planta, el entorno de negocios luce frágil. Aun así, las expectativas a seis meses mejoraron con fuerza.
El Quinto Distrito (Richmond) ofreció el tono más flojo: el índice compuesto subió, sí, pero solo hasta -7 desde -20. Nuevas órdenes (-6) y envíos (-5) permanecen en contracción, y empleo (-11) sugiere ajuste de plantillas. Es un avance frente a julio, pero seguimos en fase de “suelo por construir”.
Por último, el Décimo Distrito (Kansas City) mostró estabilidad: el composite se mantuvo en +1, sin cambios desde julio, con producción rebotando a 0 y empleo mejorando desde negativo a 0. El mensaje es de actividad mayormente sin cambios, aunque las expectativas siguen en positivo.
Qué nos dice el conjunto: no hay recesión industrial inminente, pero la recuperación es desigual por región y muy dependiente de la composición sectorial (energía y bienes de equipo tiran en Texas; papel, químicos y printing pesan en Kansas City). El PMI/ISM manufacturero podría reflejar esta mezcla: estabilidad con sesgo a tibio, lejos de un boom pero por encima de los peores meses de 2024.
Precios pagados, márgenes y el factor tarifas: ¿vuelve la presión de costos?
Agosto dejó otra señal que los mercados no deberían ignorar: precios pagados en Filadelfia saltaron a 66,8 (máximos de varios años), mientras precios recibidos avanzaron a 36,1. Esa brecha sugiere márgenes apretados si las empresas no logran trasladar completamente los costos.
En Texas, los precios de insumos (43,7) y precios recibidos (15,1) avanzaron, y las preguntas especiales del TMOS dejan un matiz macro que se palpa en tu audio: más de la mitad de las firmas reportan impacto negativo por aranceles en 2025, y poder de traspaso de precios más difícil que hace un trimestre. Traducido a inflación: el componente de bienes podría mostrar rebotes intermitentes, justo cuando el mercado celebraba la desinflación. Es menos un shock que un goteo de costos que complica al PCE subyacente en el margen.
Para el earnings tape, esto importa por dos vías: 1) compañías con cadenas de suministro sensibles a importaciones verán mix de precios y volúmenes más volátiles; 2) el pricing power será un diferenciador claro en los próximos trimestres. Narrativas de nearshoring, automatización y eficiencia operativa seguirán cotizando prima.
De las encuestas al ISM y a los activos: cómo posicionarse
Históricamente, los surveys regionales guardan correlación con el ISM manufacturero pero con ruido. El mosaico de agosto apunta a un ISM estable/ligeramente expansivo en los nuevos pedidos y producción, con empleo menos boyante y precios algo más tensos. Para bonos, eso sugiere un sesgo a rendimientos algo más altos si el mercado reprecifica un “bache” desinflacionario. Para equities, los segmentos industriales y de capital goods con exposición a Texas podrían resistir mejor que los orientados a bienes discretos del Este. En FX, un ISM no débil tiende a respaldar al USD en el margen.
Qué mirar esta semana y la próxima:
— ISM Manufacturero (1.ª semana de septiembre): foco en Nuevos Pedidos y Precios Pagados.
— Nóminas no agrícolas (semana próxima): la parte de empleo manufacturero será clave para validar la debilidad de Richmond.
— Guías corporativas en conferencias de septiembre: señales de capex y comentarios sobre traslado de costos.
Notas técnicas
• MBOS Philadelphia (ago-25): Condiciones generales -0,3; Nuevas órdenes -1,9; Envíos +4,5; Empleo +5,9; Precios pagados 66,8; Precios recibidos 36,1.
• TMOS Texas (ago-25): Producción +15,3; Envíos +14,2; Nuevas órdenes +5,8; Actividad general -1,8; Precios insumos 43,7; Precios recibidos 15,1. Expectativas a 6 meses al alza.
• Richmond (ago-25): Índice compuesto -7; Nuevas órdenes -6; Envíos -5; Empleo -11; Precios pagados aceleran.
• Kansas City (ago-25): Composite +1; Producción 0; Empleo 0; expectativas +11.
Conclusión rápida
Agosto no valida un repunte broad-based de la manufactura de EE. UU., pero tampoco un deterioro acelerado. El pulso real está en precios pagados y en la capacidad de trasladarlos. Si el ISM confirma estabilidad con precios más firmes, los bonos podrían aflojar y los sectores con pricing power mantener la ventaja. La manufactura respira, pero aún necesita viento de cola para volver a marcar el ritmo del ciclo.